Hubo una imagen que patentó todo: faltando quince minutos para el final del clásico, cientos de hinchas de Alumni enfilaron hacia la puerta y buscaron irse, a modo de repudio, masticando desazón, desechando lo visto.
La tercera derrota al hilo del equipo villamariense desde el inicio del Argentino A, esta vez encontró este desenlace cercano a la renuncia, como si el hincha hubiese percibido que así no va más.
Claro, no es poca cosa perder de nuevo de local y, para colmo, ante Sportivo Belgrano de San Francisco, un clásico rival que sacó a relucir su jerarquía en las pelotas paradas desde los pies de Juan Pablo Francia y goleó 4 a 2 para sumar su segunda victoria consecutiva.
Entonces era entendible la angustia de los fortineros que fueron desfilando hacia el portón de salida para pensar en “las pastas que cocinaba la bruja” antes que en este equipo de Carlos Ranalli que no suma y sigue último.
Esa sensación de dolor en la gente se percibió de arranque, cuando Sportivo le desnudó a Alumni sus flaquezas en la primera llegada y tan sólo con un corner a favor.
Francia, a los 5 minutos, envió el tiro de esquina con precisión, Lautaro Pérez no la sacó en el primer palo, Ranco tampoco la desvió y el diez de Sportivo saboreó entonces un tremendo gol olímpico como sorpresa de mediodía.
Hasta allí nada había pasado, pero lo bueno fue que se abrió el partido, transformándose en entretenido, con desorden en las líneas en los dos equipos. Porque Alumni fue a la carga barracas, acusando el impacto, y Sportivo dudó en salir o quedarse para cubrir espacios atrás. A todo esto se le sumó el mal estado del campo de juego, que no permite llevar el juego al raso del piso en la zona central, por eso hubo pelotazos largos y errores permanentes que hicieron al partido más emotivo todavía.
Antes de los 15’, en un arco estuvo cerca de marcar dos veces Román Strada (lo más interesante de Alumni, por vértigo permanente), y en el otro la dilapidó Agustín González Tapia, quien se convirtió en el enlace perfecto del medio y el ataque visitante.
No obstante, Strada tuvo otra, a los 25’ que terminó en el empate. Y fue curioso porque el veloz atacante (actuando de volante externo por izquierda) recibió de Francisco Paravano, encaró hasta el fondo y parecía que se quedaba sin opciones más que tirar el centro atrás, pero terminó enviando un tiro de emboquillada, casi sin ángulo, y la pelota se coló por encima de Alvarez, pegó en el palo y entró.
Ahí pareció entonarse Alumni, que generó un par de situaciones más claras como para aumentar el marcador y entusiasmó a sus simpatizantes. Paravano no pudo conectar bien un centro y, posteriormente, Strada hizo revolcar al villamariense Alvarez.
Pero del otro lado estaba Francia y había que tener en cuenta su pegada. De hecho, Compagnucci estuvo cerca con un cabezazo, tras un tiro de esquina de su compañero el diez. Y a los 34’ Emiliano Capella, otra vez luego de un tiro libre ejecutado por Francia, se mandó una palomita que durmió a Nahuel Caler y batió a Ranco para rubricar el 2 a 1.
Antes del descanso, Herrera se anticipó a Alvarez con un cabezazo y la pelota se fue por encima del travesaño.
ULTIMA REACCION
Para el segundo tiempo, Alumni salió con actitud a buscar el partido y dejó espacios en el fondo, de tal manera que Ronco debió atrapar un remate de González Tapia que resultó peligroso.
Pero la reacción fortinera no se hizo esperar y llegó en los pies de Herrera, quien marcó su primer gol en el campeonato de manera formidable: Recibió un pase largo y, cuando pudo acomodarse, desde afuera del área y por derecha, sacó un balinazo cruzado que se clavó al palo más lejando de Alvarez.
En ese momento de nuevo Paravano estuvo cerca de aumentar y la tiró por arriba del travesaño.
Pero a los 18’ Francia volvió a sacar provecho de su derecha precisa y disparó un tiro de esquina al primer palo, donde Farías la peinó para embocarla. 3 a 2 y clásico por demás electrizante.
Lo concreto que, de ahí en más y pese a los cambios que introdujo Ranalli (entró Bonaldi por Bolatti y debutó Manicero tras la salida de Pérez), Alumni no supo cómo manejarse. Se quedó con el golpe recibido y sólo tuvo como vía de solución la búsqueda de Strada para encarar por izquierda con pelota dominada.
Sportivo, en cambio, estuvo más tranquilo y Aróstegui encontró sus chances. Primero sacó un remate cruzado que desvió muy bien Ronco y luego (a pesar que Peñaloza logró salvar sobre la línea un tiro de Barrionuevo), el ex Boca le ganó el duelo al arquero para escribir la goleada, disparando desde el suelo.
En consecuencia, esos cientos de hinchas de Alumni que fueron dejando el estadio se llevaban la amargura, mientras los mil doscientos que trajo el visitante saltaban emocionados, en una imagen tristemente repetida.
AFUERA
Pícaro, Francia puso la pelota afuera del área del corner para ejecutar el tercer tiro de esquina que derivó en el tercer gol de Sportivo Belgrano. La jugada fue protestada por los jugadores de Alumni que calentaban afuera de la cancha. El árbitro no lo vio y justo era el lado “ciego”, es decir, en el sector donde no trabaja el asistente.
LA FIGURA
Merced a su pegada, Juan Pablo Francia marcó las diferencias en el partido porque desde sus pies nacieron los tres primeros goles de Sportivo. También jugó bien Agustín González Tapia, en el primer tiempo, y en Alumni, Román Strada.
EL ARBITRO
Fernando Marconi tuvo un solo error grosero: en la jugada del tercer gol, Francia acomodó la pelota afuera del área del corner para ejecutar el tiro de esquina. De ahí le protestaron y amonestó a Porra, que estaba calentando y afuera y vio la acción. En el resto, el árbitro actuó bien, con técnica adecuada y profesionalismo.
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